jueves, 11 de mayo de 2017

Lo siento, Joan Ferrer tiene razón.

Antes de empezar esta entrada quiero pedir perdón a todo aquel que se pueda sentir molesto, no lo hago con mala intención. Esta que ahora leerán es solo una opinión, mi opinión. 

Claro que, bien mirado, manda h.... tener que pedir perdón por opinar.

Corría el mes de Junio de 2011, acababa de jurar o prometer, no me acuerdo, el cargo de regidor de Movilidad del Ayuntamiento de Palma, y a los pocos días el primer marrón. Había que cumplir una de nuestras principales promesas electorales y sustituir el carril bici de Avenidas por otro que "molestara menos". Error de novato, pero error al fin y al cabo. Hoy no lo volvería a hacer, o por lo menos intentaría que no se hiciera.

¿Y qué sabía yo de movilidad? Pues sinceramente, poco o nada. 

Al final se modificó el trazado y se trasladó a calles interiores. Creo sinceramente que no ha funcionado mal del todo.

¿A dónde quiero llegar?  En estos días leo en prensa día sí y día también, constantes críticas al regidor Joan Ferrer por los nuevos carriles bici que está implantando en la ciudad. Pues bien, con el paso del tiempo, infinidad de reuniones, congresos, charlas y demás sobre el futuro de la movilidad, llegué a aprender algo, puede que no lo suficiente, pero ironías del destino, cuando más preparado estaba para ser Regidor, es cuando lo dejé de ser. Viajé también a muchas ciudades de España y Europa, y llegué a una conclusión que no admite discusión: el futuro de las ciudades pasa por ponerle trabas al coche, cuantas más mejor, ganar espacio para el peatón, crear una red lo más amplia posible de carriles bici, fomentar su uso, y mejorar el transporte público.

Este es el camino y no otro. ¿Han de estar los vecinos y comerciantes de acuerdo? Pues lo siento en el alma, pero no, claro que no. De hecho, si los políticos tuvieran que tomar las decisiones con el consenso de todos los afectados, nunca tomarían ninguna, y mucho menos en temas de movilidad.

Palma, por clima, por orografía, por exceso de coches, por distancias, y por muchos motivos más, puede y debe ser un ejemplo de movilidad sostenible.

En mis años de Regidor intenté dar los primeros pasos (PMUS, nuevos carriles bici, ampliación BiciPalma, etc.), Joan Ferrer ha cogido carrerilla y yo le aplaudo por ello (sólo por esto), y otros vendrán que acabarán el trabajo.

No hay marcha atrás. No se quejen de que no pueden aparcar, de que hay mucho tráfico, o de que la ORA es muy cara (por cierto, el siguiente paso debe ser multiplicar por dos las tarifas), no se quejen, dejen sus coches y caminen, cojan sus bicis o súbanse al autobús. La ciudad y su salud se lo agradecerán.

Otro día, Sr. Ferrer, hablaremos de la EMT y de tener las cuentas en orden, extremo éste que dudo mucho que hagan. Hoy no toca.

Salud y bicicleta.