Es Negoci de Na Peix Frit

Has perdido usuarios, has perdido usuarios, has perdido usuarios, y así, una y mil veces me lo han repetido, desde su asiento, los regidores de la oposición durante la presente legislatura.

Y lo reconozco, es verdad, se han perdido usuarios en la EMT durante esta legislatura. Ahora solo queda explicar el motivo de esa pérdida de usuarios y cuáles son esos ciudadanos que antes se subían a los autobuses y ahora no lo hacen.

Al inicio de la crisis, allá por el año 2008, la EMT transportaba 40 millones de usuarios. Se empezaban a vislumbrar los primeros síntomas de debilitamiento de la economía, y en la inmensa mayoría de ciudades españolas se empezaba a producir una pérdida progresiva de usuarios.

En la inmensa mayoría de ciudades, salvo en Palma.

¿Cuál fue el milagro que hicieron los anteriores gestores de la EMT? 

¿Qué brillantes decisiones tomaron los gestores socialistas, los mismos que hoy aspiran a la alcaldía de Palma, para evitar esta caída de usuarios en la EMT de Palma?

Muy fácil, ante el inicio de una etapa clara de recesión económica, la EMT gestionada por el PSIB-PSOE, apostó por el camino contrario al que le señalaban sus propios informes, apostó por una política de expansión. A partir del 2008 se incrementaron frecuencias, servicios, líneas, horarios.

Y lo más importante, se aumentaron los perfiles gratuitos. 

No obstante, este aumento de servicio trajo aparejado, como es normal, un aumento también en los costes de explotación. 

Se aumentó el coste de personal casi un 20%, el coste de combustible un 36%, el coste de mantenimiento de la flota otro 20%, y así, todas y cada una de las partidas.

¿Y aumentaron los usuarios?

Claro que aumentaron. En cuatro años la EMT ganó un 9,63% de usuarios. 

Pero eran unos usuarios que, en su gran mayoría, correspondían a perfiles gratuitos. 

Subía más pasaje, pero lo hacía gratis. 

Pasamos de 1.317.494 usuarios gratuitos en 2007, a los 7.790.763 del 2011.

Es Negoci de Na Peix Frit.

¿Nos faltan usuarios? Ningún problema, ponemos más autobuses, mejores frecuencias, abrimos las puertas y “gratis total”.

Por lo menos la astuta pescadera, compraba el pescado a cinco céntimos, lo vendía frito a cuatro, pero recogía las virutas de oro y plata que los argenteros dejaban, sin darse cuenta, en la bandeja de aceite, al recoger el pescado frito que compraban.

Llevo cuatro años buscando esas virutas en la EMT, pero aún no las he encontrado. Mientras tanto, seguiremos con la seriedad, la rigurosidad, la eficacia y la garantía de estabilidad para la empresa.